La mayoría tiene que rogar a sus novias para tener sexo anal, pero con Sara es todo muy distinto. Luego de un romántico paseo fueron directo a la casa donde los besos de Mark despiertan el deseo de ir por todo. Tirar hacia abajo del vestido deja al descubierto preciosas tetas naturales, en brazos la toma para recostarla en el sillón donde de forma automática las piernas abre el encanto sabiendo que le enterrará la lengua en pelada rosada. Ella no quiere mostrar que se moja con eso por lo que se pone de pie para dejar el pantalón en los tobillos comenzando la mamada. Mucho se cachondea al sentir que eso se agranda mas dentro de su boca, luego sube de frente donde el culo se torna irresistible, pero necesita relajarse y seguirá cogiendo por la concha. Luego se recuesta boca abajo, una rodilla apunta hacia adelante dejando de esta forma el ano para que entienda lo que quiere, un dedo comprobó, luego la cabeza se afirmó y un suspiro dice que la siente placentera. Será de parada que los movimientos se hacen mas profundos y veloces, un alarido del chico le dice que ya puede arrodillarse para la eyaculación.
