Una lección de piano pasará los límites previstos, tener sexo con su aprendiz será algo imposible de evitar. Hannah siempre espera ansiosa las clases de música particulares, pero no solo le encanta tocar el piano, está enamorada del profesor. Siempre antes de que llegue se masturba para no ser tan evidente, aunque hoy todo cambiará pues dejar las tetitas dibujadas y pezones marcados será determinante para obtener la total atención. Será cuando la invite, ya excitado a sentarse sobre su regazo que ella gira el cuello consiguiendo, por fin, el deseado beso que lo llevará subir falda para meter lengua en la pelada.Luego esa nena de ojos claros lo mira mientras juega con la lengua en la punta del pene que está recibiendo sangre con mucha fuerza. Solo debe evitar acabar dentro pues es una joven con futuro, por eso la eyaculación será directo al el bello rostro.
